En un lugar muy lejano donde el mundo termina, existió una hermosa pareja, ella tan hermosa como las estrellas, con todo el brillo del sol en sus ojos, y el tan humano como puede ser alguien.
Esta pareja se juro un amor eterno que duraría para siempre porque en ellos estaba la bendición del mundo.
Pero un día ella tuvo que partir para ver a su padre que estaba en pueblo muy lejano y el juro esperarla por siempre, aunque su mayor miedo era que nunca regresara y se olvidara de el.
Y partió la princesa a ver su padre, y el espero su llegada, pasaron los días, las semanas los meses y sin saber nada de ella el decidió ir a buscarla, y estar dispuesto a rescatarla de las garras de cualquier dragón y el hechizo de cualquier bruja. Partió con su mayor arma la fe de volver a sentirla. La busco en los lugares mas lejanos que este mundo tiene, y en todo el viaje no supo nada de ella, hasta que cierto día, le dicen que su princesa ya había llegado al pueblo, le recomendaron que no regrese porque iba encontrar algo que no era para el. A pesar de las noticias el fue en su búsqueda. Cuando el llego la pudo ver la vio tan hermosa como siempre con el mismo brillo en sus ojos, con ese hermoso cabello tan dorado como el oro, pero el pudo notar algo, que ella era muy feliz, y se dio cuenta de lo que nadie le quería contar que ella ya estaba enamorada y no era de el, que esos ojos ya no brillaban para el y su frente ya no besaría jamás, y el al verla decidió caminar de frente sin voltear la mirada para no volver a verla, ella se quedo mirándolo pero no le importo su presencia, que para ella el ya era pasado o como dicen ahora “El ya fue”.
El tan solo paso evitando llorar y solo decidió dirigirse donde se juraron amor para toda la vida. Donde dicen que el de tanto llorar se volvió en piedra, porque con esa pena tan grande su corazón se rompió y nunca mas quiso amar.
Pero la verdad es que el aun va al lugar donde amo para recordar el pasado y para buscar lo que un día perdió.
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